miércoles, 6 de noviembre de 2013

El circo, maroma y teatro de Posada, en el Museo de la ciudad de México

Hace poco más de un siglo, los carteles eran el medio para invitar al público a una función de teatro, circo o cinematógrafo, una pelea de gallos, una corrida de toros o un baile, o a un espectáculo de variedades. Pegados en los muros o entregados a la gente por repartidores precedidos de fanfarrias, los carteles eran hechos en papel de china y contenían datos sobre el espectáculo, reparto, lugar, horarios, precios.
Recargados con diversas tipografías y elementos que el impresor añadía, eran también espacio para que ilustradores como José Guadalupe Posada representara ahí una escena que ilustraba un acontecimiento histórico, imaginaba el espectáculo o la escena teatral, representaba el drama social o despertaba la curiosidad con toda clase de detalles alrededor de lo que iba a ser la pelea de gallos o la obra en cuestión.
Esos carteles, que por mucho tiempo han sido un documento que cada empresario debe entregar a la autoridades recaudadoras, es lo que hoy permite que en el Museo de la Ciudad de México se exhiban 54 carteles originales, inéditos y restaurados, todos ellos ilustrados por Posada.

Nacido en Aguascalientes en 1852 y muerto en la ciudad de México el 20 de enero de 1913, Posada desarrolló su obra en su ciudad natal, luego en León, Guanajuato, y finalmente en la Ciudad de México, donde llegó a finales de siglo XIX; en la capital rápidamente creó obras que fueron publicadas por distintos impresores, como Venegas Arroyo.
Posada fue al mismo tiempo ilustrador, grabador, caricaturista, publicista, diseñador, periodista, cronista gráfico; dibujó libros para niños, hojas con la crónica de la noticia, juegos de mesa, cartas, cancioneros, carteles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario